Texto: Javier Carrillo
Las arenas del tiempo se detuvieron justo aquí, en Egipto, entre sus cálidos desiertos y el imponente Nilo. Una cultura milenaria y rebosante de magia, misterio y misticismo, con sus colosales pirámides, la esfinge, el folclor de sus bazares, las riquezas arqueológicas, una impresionante fauna y flora subacuática. Es un país transcontinental que deslumbra con su aire de modernidad en donde no deja de asomar esa civilización antigua que le otorga un profundo respeto, con sus monumentos, restos antiguos y una gastronomía local y platos europeos que conviven en sus mesas. Descubre un encanto que sorprende en la esencia de sus ciudades, de sus aromas, de sus sabores y una atmósfera milenaria que atesora sus secretos. Son océanos de arena en donde habita una diversidad cultural y una riqueza histórica sin igual. Por algo, el reloj detuvo sus manecillas en la República Árabe de Egipto, y fue para seguir maravillándose con ella.