Texto: Javier Carrillo
Un placentero viaje por la región en donde nació ese elegante baile musical que conquistó a la antigua nobleza durante los años 1760, el vals, y que se expandió rápidamente por Europa, así como por las delicias que el Mediterráneo y las costas que bañan sus olas tiene para ofrecer, junto con las riquezas en atractivos, símbolos y gastronomía en todos los puntos que toca este circuito. Berlín y su puerta de Brandenburgo, la Ciudad Vieja y el reloj astronómico de Praga, el Bastión de los Pescadores y una cena folclórica húngara en Budapest, el bosque de Viena, la Catedral de Santa María del Fiore en Florencia, y la Gran Vía en Madrid, son apenas unas de las tantas maravillas que contiene esta odisea por algunas de las zonas más hermosas de Europa.