Son un grupo de cascadas situadas en el río Niágara, en la zona oriental de América del Norte, en la frontera entre Estados Unidos y Canadá, y su caída es de aproximadamente 52 metros. La forman tres cataratas: las canadienses (en Ontario), las estadounidenses (en Nueva York), y las más pequeñas, Velo de Novia. Por ellas pasa toda el agua de los Grandes Lagos. El nombre Niágara proviene de una palabra iroquesa, que significa Trueno de Agua. En el lado de Estados Unidos se encuentra el Niagara Falls State Park, el parque estatal más antiguo en ese país, creado por Frederick Law Olmstead, responsable a su vez del diseño del Parque Central, en Nueva York. La mejor manera de observarlas es un paseo en barco, y llevar ropa impermeable, pues las rociadas al acercarse a ellas son una constante. Lugar predilecto para las lunas de miel así como para los temerarios que se han lanzado a sus aguas o intentado cruzarlas, ahora son una atracción turística masiva, con más de 20 millones de visitantes en ambos países cada año.