Texto: Javier Carrillo
Todo comienza en la capital italiana. Con la llegada a Roma se cae en la fascinación por este bello país al descubrir sus lugares más emblemáticos, para después seguir a Florencia y arribar a la celestial Venecia. De ahí, recorriendo la llamada Italia Continental, pasearemos por la Suiza Italiana, posteriormente en la Suiza Alemana, hasta llegar a Zurich, capital financiera y económica de la Confederación Helvética, para dirigir nuestra brújula hacia tres maravillas francesas, París, Burdeos y Lourdes, y terminar el circuito de manera perfecta y muy a la española: Barcelona, Zaragoza y Madrid.